Luca de la Vega, un niño de 12 años, ha cumplido un sueño: ver jugar a Ricky Rubio en el Madison Square Garden de Nueva York frente a los Knicks gracias a su amistad con la estrella de los Utaj Jazz, al que conoció hace casi dos años el día que se presentó por sorpresa en su casa. Su entrenador en el equipo de basket de la Unió Esportiva Mataró, que lo fue de Ricky años atrás, le pidió a Ricky que lo visitara y le diera apoyo en su personal lucha contra un cáncer muy agresivo.
Allí comenzó una relación de afecto y de amistad rubricada, también por sorpresa, con una invitación a Nueva York por parte de The Ricky Rubio Foundation, sensibilizada especialmente con el cáncer de pulmón y con la infancia.
Luca, acompañado de sus padres y de su hermana, viajó esta semana al corazón de Manhattan, donde se encontró con Ricky Rubio para preparar el partido contra los Knicks. Paseó, charló y hasta acompañó a Ricky Rubio a la sesión previa de tiro con la camiseta de los Utah, regalo del internacional de El Masnou.
Ha sido una experiencia que Luca no olvidará en su vida. Tampoco su familia en esta aventura en la que también ha colaborado Norwegian haciendo posible que viajaran juntos y disfrutaran además de una excepcional victoria de los Utah Jazz (116-137).
“Esperaba con muchas ganas este encuentro con Luca. Es una persona extraordinaria, capaz de sacar fuerzas un día tras otro para hacer frente a todo lo que conlleva el tratamiento, que es muy duro. Creo que el apoyo de su familia y de sus amigos es vital. Yo he procurado estar a su lado, darle ánimos y fortaleza, aunque, repito, posee una vitalidad extraordinaria. Nos lo hemos pasado muy bien aquí en Nueva York”, ha comentado Ricky Rubio tras el partido y despedirse de Luca con un ‘hasta la vista’ como bueno amigos del Maresme.