A base de participar en otros proyectos y arrancar iniciativas sociales personales, de manera aislada y sin más estructura que la colaboración de algunos amigos, Ricky Rubio se planteó crear una Fundación para dar respuesta, sentido, criterio y eficacia a su firme voluntad de ayudar a los demás. Así lo fue madurando y pensando mientras la vida le regalaba una carrera profesional extraordinaria en la NBA y al mismo tiempo, por el otro lado, le arrebataba dolorosamente a su madre. Fue víctima de una enfermedad como el cáncer de pulmón a la que ahora él se esfuerza en combatir desde The Ricky Rubio Foundation además de priorizar la atención a la infancia y la juventud en riesgo de exclusión.
Una de las acciones que RR había comenzado ya hace tiempo, antes de poder poner en marcha su Fundación, ha derivado en una historia de amistad con Luca de la Vega, un adolescente a quien se le diagnosticó un linfoma linfoblástico T, un tipo de cáncer muy complicado, cuando tenía 12 años. Luca fue al médico después de haber sufrido meses atrás una fortísima contractura en el hombro izquierdo, acompañada de un fortísimo dolor y de una serie de desvanecimientos.
Su caso sacudió de arriba a abajo la Unió Esportiva Mataró de baloncesto donde Luca jugaba desde hacía semanas con un pulmón completamente inundado de líquido. Su entrenador, Luis Escudero, que lo había sido de Ricky a la misma edad, le pidió que lo visitara y así fue como se conocieron y trabaron amistad.
Antes de comenzar la actual temporada 2018-19, Ricky Rubio le traslado a Luca la promesa de invitarle a un partido de la NBA, propuesta que se acaba concretando en el partido que disputará el equipo de Ricky (Utah Jazz ) frente a los Knicks de Nueva York el día próximo 20 de Marzo. En esta fecha se dan las circunstancias ideales dentro de los plazos de tratamiento médico al que está sometido Luca y el calendario de competición de los Utah. Mientras tanto, Luca ha renovado su ficha con la UEM para la temporada 2018-19, pues el equipo le espera con los brazos abiertos. Luca está rodeado en todo momento por sus padres Eduardo y Anne Marie y una hermana menor, Francesca, de 9 años. Ricky Rubio, sin embargo, ya es uno más de la familia.